Industria
En Querétaro el Nearshoring impulsa la instalación de nuevas empresas

La tendencia a relocalizar la proveeduría (nearshoring) incide en la expansión de los centros de producción y en la instalación de nuevas empresas, de acuerdo con el titular de la Secretaría de Desarrollo Sustentable (Sedesu), Marco Antonio Del Prete Tercero.
Tan sólo este año se han confirmado 26 ampliaciones de empresas, que en suma -explicó- representan capitales por 14,000 millones de pesos.
Las ampliaciones se concentran en las industrias automotriz, aeroespacial, metalmecánica, de alimentos y manufactura en general, puntualizó el secretario. Estas inversiones por ampliación incorporarán 7,000 nuevos empleos en el estado.
Las ampliaciones representan 50.9% de los 51 proyectos de inversión que se han concretado en el estado (26 ampliaciones y 25 nuevos proyectos) y que en conjunto representan capitales por 30,000 millones de pesos y 14,000 puestos de trabajo.
“Hemos concretado son 51 proyectos de inversión, de los cuales 25 son nuevas inversiones y 26 son ampliaciones, mucho tiene que ver con la relocalización, lo que identifico es que esos 26 son motivo de la relocalización, no han sido nuevas instalaciones, pero son empresas que han decidido ampliar para atender nuevos mercados”, dijo el funcionario.
Un ejemplo, refirió, es Gerresheimer -fabricante para el sector farmacéutico- que en octubre inició la ampliación de sus operaciones en el estado, con la construcción de una nueva nave operativa para la producción de jeringa de vidrio tipo 1.
A las ampliaciones se suman los 25 proyectos de nuevas inversiones, en los que también influye la reubicación
“Así estamos teniendo muchas empresas que están ampliando sus capacidades para atender nuevos mercados y por otro lado tenemos a las nuevas empresas, 25, que han llegado porque están relocalizando para abrir nuevas instalaciones para instalar nuevos mercados, como el caso de Abbot que va a estar fabricando elementos de electrofisiología, para atender el mercado de Estados Unidos y Sudamérica”, externó.
En el interés por invertir en el estado sobresalen empresas chinas, entre ellas una que recientemente confirmó que se instalará en Querétaro, adelantó el secretario estatal.
Ahondó que hay un importante interés de empresas automotrices por operar en la región, debido al aumento de contenido regional que demanda el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y a las barreras comerciales que tienen las firmas asiáticas para ingresar a Estados Unidos, por lo que optan por arribar a México.
En tanto, disponer de superficie industrial es uno de los puntos en los que se refleja el nearshoring; tan sólo en lo que va del año la dependencia ha autorizado alrededor de 200 hectáreas de uso industrial, por medio de las manifestaciones de impacto ambiental.
La superficie autorizada se localiza principalmente en los municipios de El Marqués, Colón, San Juan del Río, Querétaro y Corregidora.
Empresas
Isaías González y la huelga que podría golpear más a los trabajadores que a la empresa

La tensión crece en Alpura ante la posibilidad de que Isaías González Cuevas, líder de la CROC, lleve a los trabajadores a un paro. Aunque se presenta como una medida de defensa laboral, en la práctica significaría que miles de familias se quedarían sin ingresos de un día para otro. Y sin un fondo de resistencia, la pregunta es quién pondrá el pan en la mesa mientras dure el conflicto.
En la calle, la preocupación es tangible. Padres y madres de familia hacen cuentas para saber cómo sobrevivirían, especialmente con el regreso a clases encima. La idea de pasar semanas sin cobrar genera más miedo que esperanza. Aun así, el dirigente no ha detallado cómo pretende salvaguardar el bienestar de quienes asegura proteger.
El contraste es evidente: González Cuevas no sufrirá las consecuencias de su decisión. Con propiedades, negocios y un hotel en Los Cabos, su estilo de vida seguirá intacto. En cambio, para los trabajadores, una huelga significaría endeudarse o dejar de cubrir necesidades básicas.
En este escenario, la medida parece más una jugada política que un acto de solidaridad sindical. Una apuesta en la que el líder arriesga poco y los empleados lo arriesgan todo. El tiempo dirá si esta amenaza es una estrategia de negociación o un paso que podría costar demasiado caro a quienes sostienen día a día la operación de Alpura.
Empresas
La doble moral del discurso de Transformación Sindical

Las malas noticias no se detienen cuando se trata de Transformación Sindical y Eduardo Castillo, afiliarse a un sindicato debería representar una oportunidad de defensa, respaldo y progreso para los trabajadores. Sin embargo, en el caso de Transformación Sindical, la realidad es tristemente todo lo contrario. Bajo el liderazgo de Eduardo Castillo, esta organización se ha convertido en un ejemplo claro de lo que ocurre cuando el poder sindical se utiliza para fines personales y no para servir a sus agremiados. El costo es alto, pero el rendimiento, es nulo.
Los testimonios de trabajadores afiliados a Transformación Sindical coinciden en un punto clave: las cuotas son costosas, pero los beneficios inexistentes. Se habla de descuentos obligatorios, sin que exista claridad sobre el destino de esos recursos. A cambio, no se reciben apoyos jurídicos eficientes, prestaciones extras, ni representación real ante los trabajadores.
Muchos de esos trabajadores afirman que cuando requieren el respaldo del sindicato, este brilla por su ausencia. Y las solicitudes se siguen acumulando, los casos se ignoran y las respuestas son evasivas. En lugar de representar una fuerza de negociación, Transformación Sindical no cumple con lo que tanto promete a los trabajadores.
Otra de las grandes quejas es no operar con transparencia, la estructura de Transformación Sindical es cerrada y arbitraria. Las decisiones se toman desde arriba y sin consultar a las bases, y que decir los informes sobre el uso del dinero simplemente no existen. Los agremiados no tienen acceso a balances financieros, ni conocen el destino de las cuotas que se les exigen.
Eduardo Castillo, su líder, ha construido un aparato que le permite concentrar el control y silenciar las críticas. Quienes se atreven a cuestionar son señalados, ignorados o incluso presionados para abandonar el sindicato. La participación democrática es una simulación; lo que prevalece es una cultura de sumisión y obediencia ciega.
El caso de Transformación Sindical es una advertencia sobre el tipo de sindicatos que no deben prosperar. Sindicatos que han olvidado su esencia: proteger, representar y dignificar al trabajador. Bajo la gestión de Eduardo Castillo, esta organización ha perdido todo sentido social y se ha convertido en una maquinaria para exprimir a los trabajadores sin darles nada a cambio.
Afiliarse a Transformación Sindical, hoy por hoy, no es una decisión inteligente. Es firmar un contrato con la desilusión. Es pagar por silencio, por abandono, por simulación. Y es momento de que los trabajadores pongan un alto.
Industria
Chantajes que desacreditan el sindicalismo: El juego sucio de Transformación Sindical

El sindicalismo se conoce por buscar ser una herramienta legítima de defensa colectiva. Pero cuando esa herramienta es usada con fines equivocados, se transforma en un arma de manipulación. Eso es precisamente lo que está ocurriendo en Querétaro con Transformación Sindical, un grupo que ha traicionado los principios fundamentales del sindicalismo para convertir la representación laboral en un negocio de chantaje, intimidación y oportunismo.
Encabezado por Eduardo Castillo, este grupo ha hecho de la presión y la desinformación su principal estrategia para infiltrarse en centros de trabajo y sembrar el caos. Ya no buscan representar a los trabajadores, buscan dominar y lucrar con su necesidad.
Lo que debía ser un contrapeso justo ante los abusos laborales, se ha convertido en una amenaza interna. Transformación Sindical no construye, contamina. Su entrada a las empresas viene acompañada de una estrategia clara: desestabilizar, dividir a la plantilla y difundir información falsa para crear desconfianza hacia otras representaciones legítimas.
No hay diálogo, no hay propuestas claras, no hay intención de mejorar nada. Solo presión. Solo miedo. Solo interés propio. El problema no es el sindicalismo, el problema es cuando este se prostituye a manos de liderazgos oportunistas que buscan poder a cualquier precio.
Al frente de esta operación está Eduardo Castillo, un dirigente que no ha mostrado interés alguno por el bienestar de los trabajadores, pero sí un hambre insaciable de control. Su modus operandi es sencillo: llegar sin ser invitado, imponer su presencia, manipular con mentiras y presionar hasta que el trabajador ceda.
Este tipo de sindicatos no representan una mejora en la relación obrero-patronal, representan un deterioro profundo, porque en lugar de servir como puente entre las partes, se convierten en barreras tóxicas que impiden la negociación sana y transparente.
Es momento de hacer una defensa firme del sindicalismo auténtico, aquel que escucha, acompaña y construye con base en el respeto mutuo. Decir no a Transformación Sindical no es estar contra los derechos laborales, es estar en contra de que esos derechos se usen como moneda de cambio.
Porque la dignidad laboral no se impone, se gana con confianza, legalidad y trabajo real. Y ningún sindicato que se construya sobre el miedo merece llamarse representante.
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