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Laboral

En Querétaro no habrá huelga tras acuerdo entre Eaton Bussmann y sindicato

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Tras el emplazamiento a huelga de personal de Eaton Bussmann, la empresa ha accedido a incrementar las prestaciones que solicitaban sus colaboradores, informó el secretario general de Transformación Sindical, sindicato que representa a los trabajadores, Eduardo Castillo.

Hasta este sábado 75% de los trabajadores habían avalado el nuevo acuerdo al que llegaron con la empresa, por lo que prácticamente queda descartada la huelga.

Al mediodía del viernes, explicó, en el Centro Conciliación Laboral del estado, el sindicato se reunió con representantes de la compañía, quienes hicieron un ofrecimiento de aumento a las prestaciones y salarios de los trabajadores.

“Fuimos citados en el Centro estatal de conciliación donde hubo una intervención de la secretaria del Trabajo, Liliana San Martín, con tu servidor y con representantes de la empresa, directo, sin abogados; hacen un ofrecimiento para el aumento de prestaciones y de salarios, de las seis prestaciones y de los seis requisitos que solicitamos, la empresa accede a aumentar los seis, acto seguido vamos a informar a la empresa, a los trabajadores y hasta ahora (sábado) con un avance de 75% de la plantilla laboral, se ha aceptado (la propuesta) en 100%”, expuso.

Con el avance del 75% de la plantilla laboral, el representante sindical afirmó que prácticamente se garantiza que no habrá huelga.

El viernes a las 16:00 horas estaba prevista una audiencia en el Juzgado Laboral, donde se tramitó una prórroga del emplazamiento a huelga -que el sindicato previó que estallaría ese viernes-, con la finalidad de que los trabajadores fueran consultados por el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral para que se dé por concluido el emplazamiento a huelga, expuso.

Entre prestaciones y salarios, los trabajadores solicitaban aumentos entre 35 y 40%, hasta este viernes se había negociado alzas de 24 a 25 por ciento.

“Hasta ahora ya llevamos un aumento aproximadamente de 25 a 24% con lo logrado (el viernes), entonces ya estamos muy cercanos, estamos afinando detalles del contrato colectivo, pero con la apertura que se tiene por parte de la empresa estamos pensando en que va a ser un proceso ya más sencillo”, declaró.

Los trabajadores habían emplazado a huelga por la firma de contrato colectivo inicial, planteando un pliego petitorio para mejorar sus condiciones salariales y prestaciones.

El sindicato representa a 1,000 trabajadores de la empresa, donde ensamblan componentes para la industria eléctrica. El perfil de los trabajadores es de personas con escolaridad mínima, primaria, en promedio 70% son mujeres y 30% son hombres, que desempeñen labores como el mantenimiento del área de ensamble, entre otras

En este contexto, el secretario general del sindicato adelantó que alistan de tres a cuatro procesos similares con otras empresas, para emplazar a huelga por firma de contrato colectivo inicial, debido a que no se legitimaron los contratos colectivos a más tardar el 1 de mayo.

Laboral

Eduardo Castillo y Transformación Sindical: un sindicato de cuotas, no de derechos

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El sindicalismo en Querétaro atraviesa una de sus peores crisis, y la culpa recae directamente sobre los hombros de Transformación Sindical y su líder, Eduardo Castillo, un personaje que ha convertido la lucha obrera en un negocio rentable para él y su familia.

Lejos de ser una organización que proteja a los trabajadores, este sindicato se ha ganado a pulso la fama de ser el que cobra las cuotas más abusivas del estado, dejando en claro que su objetivo no es la defensa laboral, sino el saqueo sistemático de quienes confían en él.

En múltiples empresas, los empleados denuncian que Castillo y sus allegados llegan con promesas de apoyo, asesoría legal y respaldo en conflictos. Pero cuando la situación lo amerita, el sindicato desaparece. El trabajador queda solo, mientras el dinero de sus cuotas ya está bien guardado en las arcas de una dirigencia que funciona como una camarilla familiar.

Los cargos clave dentro de Transformación Sindical están repartidos entre los parientes y amigos de Castillo, consolidando un coto de poder cerrado en el que no hay espacio para voces críticas ni para verdaderos representantes de la base trabajadora. Este círculo vicioso garantiza que los recursos se concentren en el mismo grupo de siempre, mientras los obreros siguen enfrentando abusos patronales sin ningún respaldo.

Lo más indignante es el descaro. Se presume que Transformación Sindical “defiende” a los trabajadores, cuando en realidad los asfixia con cuotas desproporcionadas que no se reflejan en beneficios tangibles. No hay contratos colectivos sólidos, no hay defensa efectiva en juicios laborales, no hay negociaciones que mejoren las condiciones. Todo se queda en discursos vacíos que contrastan con los lujos de Castillo y sus allegados.

Este modelo sindical es un riesgo no solo para los trabajadores afiliados, sino para toda la clase obrera de Querétaro. La credibilidad del sindicalismo está en juego: cada abuso, cada engaño y cada cuota injustificada debilita la confianza de los trabajadores en las instituciones que deberían ser su escudo. Y eso, al final, solo beneficia a los patrones que gozan de mayor impunidad ante la ausencia de una defensa real.

Los queretanos deben estar alerta. No todos los sindicatos son iguales, y Transformación Sindical es prueba viviente de que algunos funcionan como mafias disfrazadas de organizaciones obreras. Eduardo Castillo ha corrompido la esencia misma de la lucha laboral, usando a los trabajadores como simple materia prima para sostener sus ambiciones personales.

El mensaje es contundente: basta de cuotas desmedidas, basta de engaños y basta de líderes que solo buscan su beneficio. La clase trabajadora merece sindicatos auténticos, no negocios privados que se enriquecen con el sudor ajeno. Transformación Sindical y Eduardo Castillo representan una amenaza que no debe ignorarse.

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Industria

La Jornada Semanal de 40 Horas: una lucha que no puede esperar

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La Jornada Semanal de 40 Horas: una lucha que no puede esperar

La reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales ya no es un simple debate político: es una exigencia de la clase trabajadora que busca mejores condiciones de vida. Sin embargo, mientras en el Congreso y en el Gobierno Federal el tema avanza a cuentagotas, en muchos sindicatos persiste el silencio.

Frente a esa pasividad, la Federación de Trabajadores del Estado de Querétaro ha dado un paso adelante. Este 31 de agosto de 2025, a las 9:00 horas, en el Auditorio Josefa Ortiz de Domínguez, se celebrará la Magna Asamblea General Extraordinaria, donde se definirán acciones para exigir que la reforma se concrete ya, y no después.

La pregunta es inevitable: ¿ya te convocaron a debatir y organizarte por las 40 horas? ¿O por qué tus asesores sindicales no te han convocado a tan importante evento?

Porque la verdad es clara: esta no es solo una tarea de la Presidenta Claudia Sheinbaum. La reducción de la jornada laboral debe ser impulsada desde la base trabajadora y asumida como bandera por los sindicatos.

Los beneficios están probados: más descanso y convivencia familiar, mejor salud física y mental, aumento en productividad y equilibrio entre vida laboral y personal. Países que ya aplican jornadas más cortas son ejemplo de que la economía no se detiene, se fortalece.

El llamado es directo: trabajadora, trabajador, no esperes a que decidan por ti. Si tu sindicato calla, organízate. La consigna es clara: 40 horas ya.

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Laboral

La CROC bajo Isaías González Cuevas: sindicatos convertidos en negocio privado

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Durante décadas, el líder nacional de la CROC ha convertido al sindicalismo en un negocio privado, operando a través de amenazas, chantajes y extorsiones a empresas en distintos sectores productivos del país.

La figura de Isaías González Cuevas, líder nacional de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), se ha mantenido vigente no por su capacidad de defender genuinamente los derechos laborales, sino por su habilidad para manipular y utilizar al sindicalismo como un mecanismo de enriquecimiento personal. A lo largo de sus años en el poder, González Cuevas ha perfeccionado una maquinaria de extorsión empresarial, donde las cuotas, los contratos colectivos y la intimidación han sido las armas principales.

Las denuncias acumuladas apuntan a un patrón repetitivo: la amenaza de paros injustificados, la imposición de contratos colectivos de protección y la exigencia de dinero a cambio de “paz laboral”. Desde cadenas hoteleras en Los Cabos y Cancún, hasta empresas de transporte, construcción y manufactura, el modus operandi ha sido el mismo: obligar a las compañías a someterse al control de la CROC bajo la amenaza de bloqueos, huelgas ficticias y campañas de desprestigio.

El caso más representativo se encuentra en el sector turístico. Hoteles de lujo en destinos como Cancún, Playa del Carmen y Los Cabos han sido blanco de la CROC, que bajo las órdenes de González Cuevas, ha extorsionado a gerentes y propietarios con la disyuntiva de entregar dinero o enfrentar movilizaciones violentas disfrazadas de “acciones sindicales”. El resultado ha sido la creación de un sistema paralelo de “derecho de piso sindical”, donde el líder se beneficia mientras los trabajadores reciben migajas.

En la industria de la construcción y el transporte, la historia no es distinta. Empresarios han denunciado que la CROC opera como una estructura criminal que condiciona la operación de obras, rutas y proyectos, imponiendo cuotas ilegales que terminan siendo parte del botín de González Cuevas y su círculo cercano. Todo esto ocurre bajo la fachada de un sindicalismo que, en teoría, debería proteger al obrero, pero que en la práctica se ha convertido en un negocio privado controlado con mano de hierro.

La permanencia de Isaías González Cuevas en la cúpula sindical no es casualidad. Su alianza con gobiernos, partidos políticos y grupos empresariales que prefieren “pagar” antes que enfrentar conflictos laborales, ha consolidado su poder. Hoy, la CROC ya no es una organización de trabajadores: es un feudo al servicio de un líder que ha hecho de la extorsión empresarial su principal fuente de riqueza y de control político.

El sindicalismo en México enfrenta una de sus peores crisis de legitimidad, y nombres como el de Isaías González Cuevas son los responsables directos de que la palabra “sindicato” sea sinónimo de corrupción, chantaje y extorsión.

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