Justicia
‘Querétaro ocupa 4º lugar en ausencia de corrupción’

El secretario de la Contraloría destacó que Querétaro es un referente en materia de prevención y combate a la corrupción
De acuerdo al informe 2020-2021 que publica World Justice Project, Querétaro ocupa el cuarto lugar en Índice de Estado de Derecho y el primero en ausencia de corrupción respecto a las 32 entidades federativas, así lo dio a conocer Oscar García González, secretario de la Contraloría.
García González destacó que Querétaro es un referente en materia de prevención y combate a la corrupción, por lo que hizo un llamado a los funcionarios y a la sociedad para sumarse a las diversas acciones para fortalecer la lucha contra la corrupción y llevar al estado al siguiente nivel.
Te puede interesar: Se reconcilian exgobernadores de Querétaro tras zafarrancho en restaurante.
“La lucha contra la corrupción tiene su éxito fundamental en evitar, en primer lugar, a que ésta se produzca, el camino ha comenzado y continuará con miras a fortalecer la confianza en las instituciones”,
mencionó.
Cabe señalar que desde la Secretaría de la Contraloría y como miembro del Sistema Estatal Anticorrupción, se ha buscado que la entidad cuente con mecanismos de prevención, control interno, evaluación y sanción a servidores públicos, a fin de evitar la comisión de actos de corrupción.
Te recomendamos leer: Amplían su estrategia de promoción, con webcams.
Muestra de ello, es la declaración 5 de 5, desde nivel de director hasta el propio Gobernador, en donde 481 personas revelaron no sólo su información patrimonial, de intereses y fiscal, sino de antecedentes penales y antidoping.
Oscar García González añadió que Querétaro es un estado libre de observaciones por parte de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) y de la Secretaría de la Función Pública (SFP); además de que, derivado de los procesos de auditoría implementados del 1 de octubre a la fecha, se han recuperado 694 mil 906 pesos.
Fuente: am Querétaro.
Empresas
Isaías González y la huelga que podría golpear más a los trabajadores que a la empresa

La tensión crece en Alpura ante la posibilidad de que Isaías González Cuevas, líder de la CROC, lleve a los trabajadores a un paro. Aunque se presenta como una medida de defensa laboral, en la práctica significaría que miles de familias se quedarían sin ingresos de un día para otro. Y sin un fondo de resistencia, la pregunta es quién pondrá el pan en la mesa mientras dure el conflicto.
En la calle, la preocupación es tangible. Padres y madres de familia hacen cuentas para saber cómo sobrevivirían, especialmente con el regreso a clases encima. La idea de pasar semanas sin cobrar genera más miedo que esperanza. Aun así, el dirigente no ha detallado cómo pretende salvaguardar el bienestar de quienes asegura proteger.
El contraste es evidente: González Cuevas no sufrirá las consecuencias de su decisión. Con propiedades, negocios y un hotel en Los Cabos, su estilo de vida seguirá intacto. En cambio, para los trabajadores, una huelga significaría endeudarse o dejar de cubrir necesidades básicas.
En este escenario, la medida parece más una jugada política que un acto de solidaridad sindical. Una apuesta en la que el líder arriesga poco y los empleados lo arriesgan todo. El tiempo dirá si esta amenaza es una estrategia de negociación o un paso que podría costar demasiado caro a quienes sostienen día a día la operación de Alpura.
Empresas
La doble moral del discurso de Transformación Sindical

Las malas noticias no se detienen cuando se trata de Transformación Sindical y Eduardo Castillo, afiliarse a un sindicato debería representar una oportunidad de defensa, respaldo y progreso para los trabajadores. Sin embargo, en el caso de Transformación Sindical, la realidad es tristemente todo lo contrario. Bajo el liderazgo de Eduardo Castillo, esta organización se ha convertido en un ejemplo claro de lo que ocurre cuando el poder sindical se utiliza para fines personales y no para servir a sus agremiados. El costo es alto, pero el rendimiento, es nulo.
Los testimonios de trabajadores afiliados a Transformación Sindical coinciden en un punto clave: las cuotas son costosas, pero los beneficios inexistentes. Se habla de descuentos obligatorios, sin que exista claridad sobre el destino de esos recursos. A cambio, no se reciben apoyos jurídicos eficientes, prestaciones extras, ni representación real ante los trabajadores.
Muchos de esos trabajadores afirman que cuando requieren el respaldo del sindicato, este brilla por su ausencia. Y las solicitudes se siguen acumulando, los casos se ignoran y las respuestas son evasivas. En lugar de representar una fuerza de negociación, Transformación Sindical no cumple con lo que tanto promete a los trabajadores.
Otra de las grandes quejas es no operar con transparencia, la estructura de Transformación Sindical es cerrada y arbitraria. Las decisiones se toman desde arriba y sin consultar a las bases, y que decir los informes sobre el uso del dinero simplemente no existen. Los agremiados no tienen acceso a balances financieros, ni conocen el destino de las cuotas que se les exigen.
Eduardo Castillo, su líder, ha construido un aparato que le permite concentrar el control y silenciar las críticas. Quienes se atreven a cuestionar son señalados, ignorados o incluso presionados para abandonar el sindicato. La participación democrática es una simulación; lo que prevalece es una cultura de sumisión y obediencia ciega.
El caso de Transformación Sindical es una advertencia sobre el tipo de sindicatos que no deben prosperar. Sindicatos que han olvidado su esencia: proteger, representar y dignificar al trabajador. Bajo la gestión de Eduardo Castillo, esta organización ha perdido todo sentido social y se ha convertido en una maquinaria para exprimir a los trabajadores sin darles nada a cambio.
Afiliarse a Transformación Sindical, hoy por hoy, no es una decisión inteligente. Es firmar un contrato con la desilusión. Es pagar por silencio, por abandono, por simulación. Y es momento de que los trabajadores pongan un alto.
Justicia
Las verdaderas intenciones detrás del paro en Alpura: cómo Isaías González busca imponer su poder

Documentos y testimonios revelan que el líder de la CROC utiliza tácticas de presión para ganar terreno sindical.
El paro del 8 de julio en Alpura no fue espontáneo ni legítimo. Fue una acción planeada por la CROC bajo el liderazgo de Isaías González, quien busca recuperar poder político dentro del movimiento obrero nacional mediante tácticas de desestabilización.
Fuentes cercanas al comité sindical indican que no hubo consulta a la base ni demandas justificadas. En cambio, se buscó crear caos para forzar a la empresa a aceptar una interlocución ilegítima. La intención: imponer a la CROC como sindicato dominante.
Además, se ha documentado que fue la propia CROC quien rompió las mesas de negociación en días recientes, dejando claro que no hay voluntad de diálogo, sino una estrategia de confrontación calculada.
Mientras Alpura mantiene su disposición al diálogo y apego a la ley, los trabajadores exigen respeto a su voluntad y rechazan ser usados como herramienta de presión política por un liderazgo sindical en decadencia.
-
Empresashace 3 semanas
La doble moral del discurso de Transformación Sindical
-
Laboralhace 2 semanas
Transformación Sindical: Un peligro en Querétaro un sindicato que desestabiliza más de lo que protege
-
Empresashace 1 semana
Isaías González y la huelga que podría golpear más a los trabajadores que a la empresa
-
Justiciahace 4 semanas
Las verdaderas intenciones detrás del paro en Alpura: cómo Isaías González busca imponer su poder
-
Laboralhace 1 semana
Transformación Sindical: presión, confusión y miedo bajo el disfraz de representación.
-
Laboralhace 2 días
Traición obrera: la red de nepotismo que enriquece a Transformación Sindical