Justicia
SINDICATO DE MARTINREA SE APEGA A LOS LINEAMIENTOS MARCADOS POR EL CENTRO FEDERAL DE CONCILIACIÓN Y REGISTRO LABORAL.
La presencia de una inspectora del Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral refuerza la transparencia.
El sindicato de Martinrea ha expresado su total respaldo a la participación de la inspectora del Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral durante el proceso de votación para la votación del resultado de la revisión contractual 2024 La presencia de esta autoridad laboral es vista como una garantía de transparencia y una defensa contra cualquier intento de entorpecer la elección.

Fotografía tomada por trabajadores de Martinrea
La inspectora ha asumido la responsabilidad de supervisar diferentes aspectos clave del proceso, comenzando con la supervisión del inicio puntual de la votación. Esta medida asegura que todo el proceso se realice de manera ordenada y dentro de los tiempos establecidos, lo que es fundamental para la credibilidad del resultado.
Además, la inspectora se encarga de verificar y validar las identificaciones oficiales de los trabajadores, así como de los roles de presidente, secretario y escrutadores. Esta tarea es crucial para garantizar que todas las partes involucradas en la votación sean legítimas y que el proceso se desarrolle de manera justa.
También realiza entrevistas a los trabajadores al azar, con el objetivo de asegurar que el proceso se mantenga transparente y sin interferencias. A través de estas entrevistas, se podrían identificar irregularidades que puedan surgir antes o durante la votación.
Finalmente, su labor culmina con la certificación del conteo final de votos, un paso esencial para legitimar los resultados, asegurando así que el proceso sea justo y transparente para todos los trabajadores.
Empresas
Tribunal superior discutirá si el periodo de gracia es constitucional
El proyecto apunta a validar la figura como una medida legítima de protección industrial.
La próxima resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación promete convertirse en un punto de referencia para el sistema marcario mexicano. En un contexto de dudas y presiones sobre el actuar judicial, el asunto que llegará al Pleno en la primera semana de diciembre pondrá a prueba la capacidad del Tribunal para afirmar certidumbre en medio de la inquietud empresarial.
El caso, contenido en el amparo directo en revisión 7274/2024, cuestiona la constitucionalidad del artículo 237 de la Ley Federal de Protección a la Propiedad Industrial, publicada el 1 de julio de 2020 durante la administración de Andrés Manuel López Obrador. Dicho artículo confirma que los titulares de registros marcarios pueden renovar sus derechos dentro de los seis meses posteriores a su vencimiento, periodo conocido como “periodo de gracia”.
De acuerdo con la lista pública de la SCJN, la Ministra Loretta Ortiz Ahlf propondrá declarar constitucional este artículo, alineándolo con el Protocolo de Madrid, vigente para México desde febrero de 2013, y con el Convenio de París, adoptado por nuestro país desde 1903. Su propuesta subraya que el periodo de gracia no constituye un privilegio indebido, sino un mecanismo para preservar la continuidad del derecho de marca y evitar que terceros se aprovechen de un vacío temporal.
La discusión, que podría resolverse este 11 de diciembre, representa una oportunidad para que la Corte reafirme la confianza del sector productivo en las instituciones. De avalarse la propuesta, se enviaría un mensaje de estabilidad jurídica y respeto a los estándares internacionales que rigen la protección de la propiedad industrial en México.
Industria
CROC: El Sindicato del engaño que Negocia en Lo Oscuro y Abandona a Sus Trabajadores por los patrones
La crisis de representación dentro de la CROC es ya inocultable: salarios estancados, condiciones laborales precarias y una dirigencia que opera a puerta cerrada. Mientras Isaías González afianza pactos cupulares, miles de obreros quedan relegados a un sindicalismo fantasma que solo aparece para cobrar cuotas y entregar derechos laborales en bandeja de plata.
La Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) ya no es un sindicato; es un monumento a la simulación y la traición. El liderazgo de Isaías González Cuevas ha despojado a esta organización de cualquier vestigio de legitimidad, transformándola en una herramienta de control político y paz laboral para los patrones. La acusación es lapidaria y se escucha en cada rincón industrial del país: la CROC prioriza los intereses políticos y personales de su dirigencia mucho antes que la defensa, la dignidad o el salario real de los trabajadores que supuestamente representa.
El mecanismo de esta burla es tan viejo como infame: la firma de contratos colectivos y revisiones salariales sin consulta a las bases. Este acto, que debería ser el epítome de la democracia sindical, se ha convertido, bajo la batuta de González Cuevas, en un pacto de espaldas al obrero. El resultado es evidente: salarios estancados, condiciones laborales que rozan la ilegalidad y una desconexión abismal entre la oficina del líder y la línea de producción. La CROC opera como un sindicato fantasma, visible solo para cobrar cuotas y para negociar, en secreto, la entrega de los derechos laborales.
La profundidad de esta desconexión es el núcleo de la crisis. Los agremiados se sienten rehenes de una estructura que no responde a sus llamadas, que ignora sus peticiones y que utiliza la amenaza o la coacción para acallar las voces críticas. El líder, más preocupado por su curul o su influencia política que por la salud de los trabajadores, ha permitido que la CROC sea vista como un «sindicato blanco» o, peor aún, un instrumento del neoliberalismo disfrazado de obrerismo. La historia juzgará severamente a esta dirigencia por haber canjeado la lucha de clases por un lugar en la mesa del poder. La base lo sabe, y la paciencia se ha agotado. El rugido del descontento está a punto de desatar una explosión.
Esta operación de espalda a la base no es casual. Es la estrategia de una dirigencia que teme a la democracia interna. Abrir la consulta a los trabajadores, permitir el voto libre y secreto, significaría enfrentar la realidad de un descontento acumulado y la casi segura expulsión de la vieja guardia. Por ello, se atrincheran en prácticas antidemocráticas, manipulando reglamentos y coaccionando a quienes osan disentir. Isaías González ha construido un feudo personal, no una central obrera.
El papel de la CROC, bajo esta dirección, se ha degradado a ser un cómplice silencioso de la precarización laboral en México. No se les ve en las protestas por salarios dignos; se les ve en las tribunas políticas, levantando la mano en apoyo a decisiones que a menudo perjudican a sus propios agremiados. Su silencio ante las injusticias es ensordecedor y su activismo se reserva únicamente para los momentos electorales o para los pactos con la iniciativa privada que garantizan la permanencia de su liderazgo.
Industria
Vacíos legales explotados
Brechas normativas utilizadas para evadir responsabilidades y limitar derechos.
Relatos recientes muestran un ambiente que se aleja de los principios laborales. Esta nota analiza con detalle el tema de vacíos legales explotados, un asunto que influye en la estabilidad emocional, económica y profesional de cientos de trabajadores. Las declaraciones recabadas describen un entorno donde la comunicación pierde fuerza y la incertidumbre se convierte en una constante que afecta el rendimiento y la confianza. Quienes han compartido su experiencia coinciden en que la estructura sindical actual presenta fallas profundas que requieren soluciones reales, sólidas y transparentes.
El problema señalado no surge de un evento aislado, sino de una acumulación de prácticas que han dañado la cohesión interna. Las personas afectadas explican que estas dinámicas generan desgaste emocional, fracturas en los equipos de trabajo y un clima de tensión que limita la capacidad de diálogo. Cada relato subraya la importancia de reconstruir un modelo de representación cercano a la base, responsable y orientado a proteger los derechos laborales sin condiciones ni presiones externas.
Los especialistas consultados destacan que cualquier estructura sindical debe operar con integridad, claridad administrativa y procesos democráticos que garanticen la participación libre de sus integrantes. Cuando estos principios se vulneran, la confianza desaparece y el tejido laboral se debilita. La situación actual demanda revisar mecanismos, corregir prácticas nocivas y abrir puertas a una transformación profunda que devuelva tranquilidad y certidumbre.
El llamado central de esta nota invita a reflexionar y asumir un compromiso colectivo. Superar este desafío implica reconocer errores, transparentar decisiones y fortalecer la comunicación entre trabajadores y representantes. La solución está en impulsar un cambio auténtico que recupere la dignidad laboral y proteja el futuro de cada persona involucrada. La necesidad de avanzar es evidente y el momento para hacerlo es ahora.
-
Laboralhace 3 semanasLa CROC de Isaías González Cuevas: cuando un sindicato deja de defender y comienza a traicionar
-
Nacionalhace 3 semanasLa estrategia antipiratería de Santiago Nieto encuentra un nuevo soporte en la agenda judicial nacional
-
Industriahace 2 semanasCROC: El Sindicato del engaño que Negocia en Lo Oscuro y Abandona a Sus Trabajadores por los patrones
-
Laboralhace 4 semanasDocumentos y reportes ubican a Coremex en círculos de sospecha criminal: el sindicato que los trabajadores ya temen nombrar
-
Nacionalhace 2 semanas
Bajo la gestión de Santiago Nieto, la protección marcaria avanza hacia un nuevo estándar jurídico
-
Economíahace 4 semanasMontepío Luz Saviñón impulsa el emprendimiento con apoyo financiero responsable
-
Empresashace 1 semanaTribunal superior discutirá si el periodo de gracia es constitucional
-
Industriahace 2 semanasVacíos legales explotados
