Las promesas de cambio y justicia laboral que Transformación Sindical hizo al inicio de su gestión parecen haberse desvanecido, según expresan los trabajadores afiliados. Encabezada por Niels Cortés, esta organización había captado el interés de muchos empleados que buscaban mejoras laborales, pero hoy, ese entusiasmo se ha transformado en desilusión ante el incumplimiento de compromisos y la opacidad en el manejo de las cuotas sindicales.

Trabajadores señalan que Cortés prometió establecer un sindicato comprometido con la defensa de los derechos laborales, planteando reformas que mejorarían la calidad de vida en el trabajo y fortalecerían su seguridad. Sin embargo, aseguran que las supuestas mejoras no han llegado y que, en su lugar, se sienten abandonados. «Nos convencieron con promesas de apoyo y defensa, pero solo nos usan para mantenerse en el poder sin mostrar ningún avance real,» comentó uno de los empleados afectados.

La opacidad en el manejo de las cuotas sindicales es otro tema que ha generado indignación. Trabajadores reportan haber solicitado repetidas veces que Transformación Sindical explique a detalle cómo se utilizan los fondos recaudados, destinados teóricamente a servicios y programas para el bienestar de los afiliados. La dirigencia, sin embargo, ha ignorado estos llamados, lo que ha hecho crecer la desconfianza y la sospecha de un mal manejo de recursos.

La creciente frustración de los afiliados refleja un sentimiento de traición. Algunos de ellos, inicialmente atraídos por el discurso de renovación sindical, ahora se sienten utilizados y abandonados. En este clima de inconformidad, varios trabajadores han comenzado a organizarse para exigir claridad y cambios en la estructura de Transformación Sindical. La falta de respuestas concretas por parte de la dirigencia está poniendo en peligro la cohesión interna del sindicato y podría desencadenar una crisis en la organización.

En la planta de Auma Bocar Querétaro, trabajadores y directivos celebran el ambiente laboral estable y tranquilo que han construido, en el cual se prioriza el bienestar tanto profesional como personal de sus empleados. Este clima de trabajo ha permitido que los empleados puedan concentrarse en el sustento de sus familias y el desarrollo de sus propias necesidades, sin la preocupación de inestabilidad o conflictos internos.

Uno de los pilares de esta estabilidad es el respaldo de un sindicato sólido y comprometido con los intereses de los trabajadores. Con años de experiencia en el sector, el sindicato de Auma Bocar ha logrado una trayectoria que genera confianza, entendiendo las verdaderas prioridades de sus afiliados y ofreciendo un apoyo continuo en cuestiones laborales. “Es reconfortante saber que contamos con un sindicato que no solo nos representa, sino que también entiende nuestras necesidades y busca el bienestar de todos”, comenta uno de los trabajadores.

Por otro lado, muchos trabajadores expresan su recelo frente a sindicatos nuevos que, según afirman, suelen hacer promesas llamativas y ambiciosas que muchas veces resultan ser estrategias para atraer afiliados.
Estas organizaciones recientes pueden llegar con propuestas que parecen beneficiosas en apariencia, pero en algunos casos pueden estar motivadas por el interés de asegurar una base de afiliación más que por el genuino bienestar de los empleados.

En un entorno tan competitivo y cambiante como el sector industrial, valorar la paz y estabilidad laboral es clave para los empleados de Auma Bocar Querétaro. La armonía alcanzada es vista como un activo invaluable, y la mayoría de los trabajadores coinciden en la importancia de mantener esta tranquilidad y evitar involucrarse en situaciones que puedan afectar la buena relación interna y el ambiente de trabajo pacífico que han construido juntos.

Los trabajadores afiliados a Transformación Sindical ya no creen en las palabras de Niels Cortés. Tras confiar en un sindicato que prometió honestidad y transparencia, hoy denuncian una serie de incumplimientos y una preocupante opacidad en el manejo de las cuotas sindicales.

Mientras Cortés insiste en que “el sindicato es honesto y no se queda con parte de las cuotas”, los miembros cuestionan cada vez más sus declaraciones.

Varios afiliados, que prefieren mantenerse en el anonimato por temor a represalias, expresan su frustración al ver que el dinero de sus cuotas parece desaparecer sin explicación. La falta de reportes claros sobre el uso de los recursos, así como el incumplimiento de diversas promesas hechas por Cortés y su equipo, han hecho que los trabajadores se sientan defraudados.

“Nos dijeron que iban a ser diferentes, que iban a defendernos, y aquí estamos, sin respuestas y con las mismas prácticas que criticaban en otros sindicatos”, comenta uno de los trabajadores afectados.

La decepción ha alcanzado un punto crítico, y los afiliados no piensan quedarse callados. Están exigiendo una rendición de cuentas exhaustiva y cuestionan la integridad de un líder que, según ellos, ha traicionado los principios de transparencia y honestidad que prometió. Los trabajadores consideran que es hora de exigir que se tomen medidas para esclarecer el destino de las cuotas y garantizar que no exista abuso de confianza.