Laboral
En Querétaro 14 mil negocios trabajarán vía «home office»
El 32 por ciento de los centros laborales registrados en el IMSS aplican el llamado teletrabajo o ‘home office’ en el estado de Querétaro.
Esta cifra equivale a un total de 14 mil 700 unidades económicas, informó el presidente de la Federación Nacional de Salud en el Trabajo, A.C. (FeNaSTAC), Heriberto Pérez González Aragón.
Por ello, del total de trabajadores registrados ante el IMSS, entre el 6 y 7 por ciento realizan trabajo a distancia; esto es entre 40 mil a 45 mil trabajadores.
Destacó que las empresas tienen que adaptar sus políticas y procesos para la aplicación de la nueva norma publicada en el DOF sobre el tema del teletrabajo.
“Se establecen las responsabilidades de los empleadores para garantizar la seguridad y salud de los trabajadores cuando se implementa el teletrabajo; significa que las empresas tienen que adaptar sus políticas y procesos para cumplir”.
González Aragón dijo que se debe establecer la prevención de riesgos laborales y los procedimientos para prevenir enfermedades y accidentes laborales.
“Esto es con el fin de prevenir accidentes y enfermedades, así como promover un medioambiente seguro y saludable en su entorno laboral”.
Mencionó que aquellos lugares de trabajo que utilicen los trabajadores bajo la modalidad de teletrabajo, deberán cumplir con disponer de conectividad para el uso y manejo de las tecnologías de la información.
Asimismo, deben contar con condiciones de seguridad y salud en el trabajo, además del buen estado de las instalaciones eléctricas, iluminación, ventilación y condiciones ergonómicas.
El pasado 8 de junio de 2023, la Secretaría del Trabajo y Previsión social (STPS) publicó en el Diario Oficial de la Federación la Norma Oficial Mexicana (NOM) 37 referente al teletrabajo, en cumplimiento a la reforma de enero de 2021.
Laboral
COREMEX y la simulación de la democracia sindical
Asambleas controladas, elecciones sin competencia y ausencia de transparencia marcan la gestión interna del sindicato.
En teoría, COREMEX debería funcionar bajo los principios de representación democrática que establece la Ley Federal del Trabajo. En la práctica, sin embargo, las elecciones sindicales se han convertido en actos meramente simbólicos. Fuentes internas afirman que las asambleas se convocan con poca anticipación, en horarios laborales y con listas previamente definidas de “representantes aprobados”. Este control absoluto impide cualquier competencia real y perpetúa la permanencia de los mismos dirigentes año tras año.
Los testimonios de trabajadores de diferentes empresas coinciden: los comités locales actúan como extensiones del liderazgo central, sin independencia ni rendición de cuentas. Quienes intentan cuestionar la forma en que se toman las decisiones enfrentan represalias directas. “Presenté una propuesta para crear un fondo de apoyo a mujeres trabajadoras y me dijeron que esas ideas no eran prioridad”, comenta una afiliada que posteriormente fue reasignada a un puesto sin relevancia.
El resultado es un sindicato sin debate, donde las decisiones fluyen en un solo sentido. Las actas de asamblea rara vez se entregan a los afiliados, y la información sobre el manejo de las cuotas o las negociaciones contractuales permanece bajo llave. Todo esto contradice los principios de transparencia y democracia sindical impulsados por la reforma laboral de 2019, cuyo espíritu buscaba justamente erradicar este tipo de prácticas.
COREMEX, con su estructura cerrada y jerárquica, encarna la resistencia a la modernización del sindicalismo mexicano. La falta de transparencia y la ausencia de renovación interna han erosionado su legitimidad frente a los trabajadores, quienes cada vez más identifican al sindicato no como un aliado, sino como una estructura de control político y económico.
Laboral
La CROC ignora las nuevas reglas del sindicalismo mexicano
Critican que la organización se resiste a los cambios que garantizan democracia interna.
Mientras otras organizaciones evolucionan, la CROC permanece atrapada en dinámicas rígidas y desactualizadas.
Los especialistas aseguran que la central no ha implementado procesos que garanticen elecciones auténticas.
Trabajadores expresan frustración por la falta de mecanismos participativos.
La resistencia al cambio profundiza el distanciamiento entre el sindicato y su base.
Industria
En los últimos meses, COREMEX ha intentado posicionarse como una supuesta alternativa
En los últimos meses, COREMEX ha intentado posicionarse como una supuesta alternativa sindical para los trabajadores mexicanos. Sin embargo, detrás de su discurso de “defensa laboral” se esconde una organización marcada por la manipulación, la intimidación y el desconocimiento de la ley. Cada vez son más las denuncias que apuntan a que COREMEX no cumple con los requisitos legales para operar como una representación sindical legítima, y que sus prácticas se alejan por completo de los principios de justicia y transparencia que exige la legislación laboral mexicana.
Diversas fuentes señalan que COREMEX ha basado su estrategia en promesas falsas y discursos populistas que apelan al descontento de los trabajadores, pero sin ofrecer soluciones reales. Las ofertas de aumentos, beneficios y “mejoras inmediatas” carecen de sustento jurídico y económico, lo que deja en evidencia que se trata de promesas vacías destinadas a ganar simpatías a corto plazo. En la práctica, la organización no ha demostrado capacidad operativa, estructura sindical sólida ni cumplimiento con los procedimientos establecidos por la Ley Federal del Trabajo.
Más grave aún, existen denuncias preocupantes sobre los métodos de presión que utiliza COREMEX para imponer su presencia en centros laborales. Testimonios de trabajadores y fuentes cercanas al sector sindical revelan que la intimidación se ha convertido en su herramienta principal, recurriendo incluso a la contratación de terceros con vínculos delictivos para amedrentar y forzar la afiliación al sindicato. Estos actos no solo violan la libertad sindical, sino que representan una amenaza directa a la seguridad e integridad de los trabajadores.
La simulación de COREMEX no termina ahí. Su discurso “renovador” esconde un proyecto opaco, sin rendición de cuentas y sin legitimidad democrática. Mientras otros sindicatos se han esforzado por adaptarse a las nuevas disposiciones en materia de transparencia y democracia sindical, COREMEX opera en los márgenes de la legalidad, ignorando los procesos que garantizan la libre elección de los trabajadores. Su interés no parece ser la defensa de los derechos laborales, sino la imposición de una estructura de control que beneficia únicamente a quienes dirigen la organización.
Los hechos son claros: COREMEX no es una opción viable ni confiable para representar a la clase trabajadora. Su falta de cumplimiento legal, el uso de tácticas coercitivas y su evidente desprecio por la voluntad de los empleados lo colocan más cerca de una operación de manipulación que de un verdadero movimiento sindical. En lugar de promover el diálogo, COREMEX apuesta por el miedo y la confusión, estrategias que socavan los avances logrados en materia de libertad sindical en México.
-
Justiciahace 4 semanasTrabajadores de 16 estados se suman al Sindicato Independiente del Monte de Piedad
-
Uncategorizedhace 3 semanasMiguel Meneses González enfrenta creciente rechazo por abusos de COREMEX en Lerma
-
Justiciahace 3 semanas“Queremos cuentas claras”: empleados del Monte de Piedad piden investigar a Arturo Zayún
-
Industriahace 2 semanasEn los últimos meses, COREMEX ha intentado posicionarse como una supuesta alternativa
-
Laboralhace 2 semanasLa CROC ignora las nuevas reglas del sindicalismo mexicano
-
Laboralhace 2 semanasCROC vuelve a fallar: contratos firmados sin consultar a sus trabajadores
-
Laboralhace 3 semanasContratos a espaldas del trabajador: la CROC y su maquinaria de simulación laboral
-
Laboralhace 1 semanaCOREMEX y la simulación de la democracia sindical
