En Querétaro ha aumentado la participación económica de las mujeres

La participación económica de las mujeres aumentó en el último año, en un contexto donde también repunta su tasa de informalidad laboral.

Durante el tercer trimestre del 2023, la tasa de informalidad laboral en las mujeres fue de 46.44%, experimentando un alza de 3.57 puntos porcentuales respecto al mismo trimestre del 2022 cuando rondaba en 42.87%, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Este aumento es mayor al alza de 1.29 puntos porcentuales en la tasa de informalidad general que presentó el estado (al escalar de 43.30 a 44.60% de la población ocupada); en tanto, la tasa de informalidad en los hombres descendió 0.35 puntos porcentuales (de 43.59 a 43.24 por ciento).

Para la economista Fátima Masse, la tendencia al alza de las mujeres en la informalidad laboral está relacionada con el aumento que está teniendo la fuerza laboral local, un incremento que –dijo– diverge de un crecimiento económico que no avanza al mismo ritmo.

“Mi lectura de lo que está pasando en Querétaro es que está creciendo muchísimo, realmente la fuerza laboral, pero me da la impresión de que la economía del estado no está creciendo a la par y eso es lo que está impulsado a que las mujeres que se están incorporando al mercado laboral, no todas lo están haciendo en trabajos que son de alta calidad (formal). La economía del estado no está creciendo lo suficientemente rápido como para absorber esta mano de obra dentro de los sectores formales”, expuso.

A este contexto se suma el incremento acelerado que está teniendo la incorporación de las mujeres a la actividad económica. Sólo en un año, la tasa de participación económica de las mujeres aumentó 5.8 puntos porcentuales, al pasar de 40.6% a 46.4% entre el tercer trimestre del 2022 e igual lapso del 2023, es decir, es el porcentaje de las mujeres de 15 años y más que forman parte de la Población Económicamente Activa (PEA), de acuerdo con la ENOE.

Sin embargo, resaltó que la incorporación de las mujeres está recayendo, en parte, en empleos informales y principalmente en sectores que están vinculados con la informalidad, como el comercio y los servicios.

“La mayoría de ellas se están incorporando a trabajos que están en la informalidad y por eso estamos viendo este incremento tan marcado en el caso de las mujeres. Ahora, la tendencia de la informalidad, del indicador de la informalidad en realidad en todo el estado está creciendo, principalmente motivado por las mujeres, porque en el caso de los hombres se ha mantenido prácticamente esta tasa de informalidad en alrededor de 40%”, abundó Fátima Masse.

La economista por el ITAM refirió que el aumento en la informalidad en las mujeres viene desde el año pasado, con una tendencia al alza.

A las condiciones del mercado laboral para las mujeres la especialista añadió la mayor carga que existe, particularmente en Querétaro, del trabajo no remunerado; es un elemento que -sumado a la necesidad de las mujeres por incorporarse a la fuerza laboral-, se ocupan en empleos que ofrecen flexibilidad de tiempo para sostener la carga de actividades no remuneradas, encontrando esas alternativas en empleos informales.

Por tanto, Fátima Masse destacó la importancia de mejorar las condiciones laborales para las mujeres, un tema que -mencionó- está desatendido en las políticas tanto públicas como corporativas.

Sesgos

Al respecto, la presidenta del Consejo Coordinador de Mujeres Empresarias (CCME), capítulo Querétaro, Laura Sepúlveda Antuna, declaró que es necesario romper los sesgos de género que persisten en el mercado laboral, para potenciar la participación de las mujeres.

“Es un hecho que la mujer está subrogada, no solamente en la mujer que está laborando directamente para una empresa, sino también en la mujer que emprende, la joven que está estudiando”, apuntó.

El reporte Estados con Lupa de Género 2023, del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), plantea que los gobiernos estatales pueden acelerar las condiciones para detonar el potencial económico de las mujeres, generando información con perspectiva de género.