Política
Se reconcilian exgobernadores de Querétaro tras zafarrancho en restaurante
Los exgobernadores de Querétaro, Francisco Domínguez Servién y José Calzada Rovirosa fumaron la pipa de la paz, dando como cerrado el zafarrancho en Josecho
Los exgobernadores Francisco Domínguez Servién y José Calzada Rovirosa fumaron la pipa de la paz en Jurica, dando como cerrado el zafarrancho ocurrido el 23 de septiembre pasado en Josecho, al término de una “comida de unidad” convocada por Mauricio Kuri González una semana antes del cambio de administración.
La dulce reconciliación fue posible gracias a la intermediación del ex secretario de Gobernación y hoy senador Miguel Ángel Osorio Chong (Señor Kors) quien pidió a su amigo Pancho perdonar el descontón de Pepe por ser tiempo de Navidad y de buenos propósitos.
Como se recordará, los exmandatarios tuvieron una acalorada discusión y moquetiza en la cava del restaurante mencionado, en presencia del actual jefe del Ejecutivo, Mauricio Kuri González, decano de los gobernantes queretanos Mariano Palacios Alcocer, Enrique Burgos García y Francisco Garrido Patrón, cuando Domínguez -en ese momento todavía en el poder- negó que Calzada le haya dejado tres mil millones de pesos en caja.
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En ese momento Pepe se levantó y dio severo sopapo a su antecesor ante la mirada atónita de los contertulios y la infructuosa intervención de José González Piñuela, dueño del elegante restaurante, que quedó tendido y aún tiene secuelas del fregadazo. Según testigos hubo hasta botellazos entre los ex gobernadores, pero hoy todo ha sido superado. Pancho ha perdonado a Pepe.
Y Kuri también que, aún sabiendo cómo se ponen, ha decidido invitarlos a comer tacos de copete en el Bar Varela… en este Día de los Santos Inocentes.
La ‘Madriza’ en Querétaro
Como le informé en este espacio el pasado 15 de diciembre, el martes 28 de septiembre, el gobernador electo de Querétaro, el panista Mauricio Kuri, invitó a comer sus antecesores.
A la mesa en el restaurante Josecho, allí cerca de la plaza de toros, en aquella ciudad, llegaron los exgobernadores priístas, Enrique Burgos y Mariano Palacios, y panistas, Francisco Garrido, y el saliente Pancho Domínguez.
El encuentro era una expresión de cordialidad política, pero se fueron calentando.
Era casi una competencia de quién la había tenido más grande como gobernador y empezaron con las condiciones en que cada uno había entregado el gobierno a su sucesor.
Y así llegó a Calzada, quien afirmó haberle dejado tres mil millones de pesos en caja a Domínguez, lo que éste desmintió, aquél reiteró hasta que el aún gobernador en funciones, le reviró más fuerte y el priísta se levantó, se fue hacia a él y le dio un puñetazo en plena cara.
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Domínguez cayó, pero se levantó y le contestó con otra serie de golpes. Los dos cayeron al suelo, como en cantina, enzarzados tirándose golpes e insultos.
Fue cuando quiso intervenir el dueño, para separarlos, y le descontaron por redentor. Recuperados y en pie, agarraron botellas de la mesa y se siguieron dando hasta que, por el cansancio, hubo un espacio para que los separaran y la comida de civilidad política, terminó como el rosario de Amozoc.
Espero que el gobernador Kuri, no los vuelva a reunir, si ya sabe cómo son para qué los invita.
Esto, que apenas trasciende hoy, lo recupero ahora que la oposición dice que va a ir junta.
Fuente: López Doriga.